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Benito Juárez Garcia

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Información de WikiPedia

Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Oaxaca; 21 de marzo de 1806-Ciudad de México, 18 de julio de 1872), fue un abogado y político mexicano, de origen indígena (de etnia zapoteca), presidente de México en varias ocasiones, del 21 de enero de 1858 al 18 de julio de 1872.2​ Se le conoce como el «Benemérito de las Américas».3​ Es célebre su frase: «Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz».4​

 

Benito Juárez vivió una época crucial en la formación del Estado mexicano, considerada por muchos historiadores como la consolidación de la nación como república. Juárez marcó un parteaguas en la historia nacional y fue protagonista de primer nivel de esta época. A pesar de tratarse de un presidente sin antecedentes militares, fue una figura clave tanto en la Guerra de Reforma como en la segunda intervención francesa. Su biografía durante los años que ocupó la presidencia es una parte sobresaliente de la historia de México.

Primeros años

Benito Pablo Juárez García nació el 21 de marzo de 1806 en el poblado de San Pablo Guelatao, (palabra que en zapoteco quiere decir "noche honda"),5​ población ubicada en la cadena montañosa ahora conocida como Sierra Juárez y entonces perteneciente a la jurisdicción de Santo Tomás de Ixtláncotoyol en el estado de Oaxaca (en el presente el municipio de Guelatao de Juárez). Fue bautizado al día siguiente de su nacimiento en la parroquia de Santo Tomás Ixtlán.6​

 

«En la Iglesia parroquial de Santo Tomas de Ixtlan, á veinte y dos de marzo del año de mil ochocientos seis, yo D. Ambrosio Puche, vecino de este distrito, bauticé solemnemente á Benito Pablo, hijo legitimo y de legitimo matrimonio de Marcelino Juárez y de Brígida García, indígenas del pueblo de San Pablo Guelatao, pertenecientes á esta cabecera. Sus abuelos paternos son Pedro Juárez y Justa López, los maternos Pablo García y María García. Fue madrina Apolonia García, indígena, casada con Francisco García, advirtiendoles sus obligaciones y parentesco espiritual, —Y para constancia firmó con el Señor Cura. Mariano Cortarrabia—.Ambrosio Puche.»

Iglesia parroquial de Santo Tomás Ixtlán, 22 de marzo de 1806

El nombre de sus padres era Marcelino Juárez y Brígida García de acuerdo al acta de bautismo levantada al día siguiente de su nacimiento7​ y quien según sus propias palabras, eran «indígenas de la raza primitiva del país»8​ y ambos fueron agricultores. Los dos padres murieron cuando él tenía tres años; su madre durante el alumbramiento de su hermana María Alberta Longinos. Benito junto con sus hermanas María Josefa y Rosa quedaron bajo el amparo de sus abuelos paternos Pedro Juárez y Justa López igualmente indios de la «nación zapoteca» y su muy pequeña hermana María Longinos con su tía materna Cecilia.8​ A los pocos años murieron también sus abuelos y las dos hermanas mayores de Juárez se casaron, quedando él finalmente bajo la custodia de su tío Bernardino Juárez. A partir de entonces trabajó como peón del campo y como pastor de ovejas hasta la edad de doce años. Su tío Bernardino conocía el español y se lo enseñaba a Juárez que mostraba entusiasmo en aprenderlo, sin embargo, las labores del campo y el hecho de que en el pueblo no se hablara el español no permitieron que Juárez avanzase mucho en su aprendizaje. En su pueblo, como sucedía en las poblaciones pequeñas, no existía ni la más elemental escuela. Juárez se daba cuenta que quienes aprendían a leer lo hacían viajando a la ciudad, ya sea costeándose una pensión o trabajando como sirvientes en las casas ricas, lo que alimentó su deseo de ir a la ciudad, lo cual solicitaba a su tío con mucha frecuencia sin concederle este jamás su deseo. 

Finalmente, el 17 de diciembre de 1818 Juárez decidió marcharse de su pueblo natal después de haber elegido entre los sentimientos y su deseo de educarse. Dirigió sus pasos a la ciudad de Oaxaca.8​ Esta fuga pudo motivarse tras haber perdido una oveja y evitar el castigo que le esperaba.9​10​ Hasta este momento la lengua única de Juárez era el zapoteco siendo sus conocimientos del idioma español básicos.

Primeros estudios en Oaxaca

Al llegar a la ciudad, por la noche del mismo día, Juárez le pidió alojamiento a su hermana Josefa quien trabajaba como cocinera para una rica familia de un comerciante extranjero de nombre Antonio Maza. Con el visto bueno del señor Maza, Juárez se inició cuidando la granja teniendo asignado un salario de dos reales.8​ La hija adoptiva del señor Maza, Margarita Maza, muchos años después se convertiría en la esposa de Juárez.

En días posteriores, el joven Juárez conoció al sacerdote franciscano de la tercera orden Antonio Salanueva quien le admitió como aprendiz de encuadernador. En palabras de Juárez: «aunque muy dedicado a la devoción y a las prácticas religiosas, era bastante despreocupado y amigo de la educación de la juventud».8​ El 7 de enero de 1819, a tan solo 21 días de haber llegado a la ciudad, Salanueva recibió a Juárez en su hogar y taller, además de ofrecerle enviarlo a la escuela. Luego de cambiarse una vez de escuela debido a que no sentía avance en su aprendizaje, inició nuevos cursos en La Escuela Real bajo el preceptorado de José Domingo González quien le dio un fuerte regaño por considerar su escritura deficiente, cuestión que ofendió profundamente al joven Juárez.8​ Juárez sufría además, junto con los demás niños de su condición indígena y pobre, de discriminación, ya que mientras que el preceptor impartía a los niños llamados "decentes", a los de su condición les instruía el ayudante. Por lo anterior Juárez abandonó la escuela a la que consideraba tenía un pésimo método de enseñanza y decidió aprender por su cuenta.

Seminario:

Habiéndose percatado de que los jóvenes seminaristas de ese entonces gozaban de buena educación y reconocimiento social, y apoyado también por los consejos que le daba su tío Bernardino, aún a pesar de que sentía «instintiva repugnancia» por los asuntos clericales, tomó la decisión de pedirle al clérigo Salanueva que lo apoyara a entrar al seminario de la ciudad. Gracias al apoyo de su preceptor, Juárez logró salvar el requisito de tener bienes para sostenerse durante sus estudios y de poseer la lengua española como lengua materna, según lo estipulado por las leyes eclesiásticas de América de ese tiempo. Salanueva fue por tanto pieza clave en la formación intelectual de Juárez, por lo que en el futuro lo llegó a considerar como su padrino.8​

El 18 de octubre de 1821, apenas finalizada la guerra de independencia, Juárez inició estudios de gramática latina en el Seminario de Santa Cruz como capense. En agosto de 1823 concluyó estos estudios después de haber obtenido en los dos exámenes realizados nota de excelencia.8​ Se le presentó entonces a Juárez una dificultad grave consistente en que su mentor Salanueva deseaba que él estudiase teología moral y recibir así las órdenes sagradas, idea que repugnaba a Juárez no solo por su desdén hacia lo clerical sino también por la fama que tenían los que a ese camino aspiraban en el seminario, a los cuales se les llamaba "padres de misa y olla" o "lárragos".8​nota2 1​ Juárez convenció a Salanueva con el argumento de que su edad no era suficiente aún para ordenarse así que, mientras tanto, podía estudiar el curso de artes. Inició en el año de 1824 los cursos de latín, filosofía y teología. El seminario no era su vocación y en especial le aburría la teología, clase en donde se dormía[cita requerida]. Concluyó este curso de artes en 1827 después de haber sostenido dos actos en público y haber sido aprobado con calificación de Excelente nemine discrepante los exámenes reglamentarios y con notas honrosas de sus sinodales.8​ No obstante la oposición de su protector Salanueva, abandonó el seminario y se inclinó por el derecho.

Juarez Abogado

Ingresó en la carrera de Jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, en donde obtuvo en 1834 el primer título de abogado expedido por la Corte de Justicia del estado.11​ Varios de sus profesores eran masones.[cita requerida] En una ocasión le pidieron representar un papel de una obra de Virgilio en una escenificación donde se incluía recitar algunos versos en latín, para parecer romano siendo él muy moreno, siguiendo un consejo de un compañero, se blanqueó la cara, lo hizo tan grotescamente que daba risa verlo. Sin embargo cuando inició el recital habló en perfecto latín por ello le admiraron y le aplaudieron.[cita requerida]

Luego de graduarse como abogado trabajó durante algún tiempo defendiendo comunidades indígenas, trabajo que lo hacía viajar entre diversas comunidades y la ciudad de Oaxaca e incluso lo llevó a la cárcel.

Juárez podía leer textos en latín, francés e inglés además de que conocía el derecho canónico y el derecho civil.12​

Inicio de la Politica

El 26 de mayo de 1830 Juárez es nombrado encargado del Aula de Física del Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca.13​

 

Se desempeñó como rector de su Instituto en 1831, en el cual siempre profesó y defendió ante todo las ideas liberales. El 11 de diciembre de 1831 el ayuntamiento de Oaxaca comunicó a Juárez haber sido elegido regidor para el periodo que iniciaba el 1 de enero de 183213​ comenzando así su carrera política. El 25 de agosto de 1832 el gobernador de Oaxaca José López de Ortigoza emitió un decreto comunicando los nombramientos para la Corte de Justicia del estado de Oaxaca, siendo Benito Juárez nombrado ministro suplente.13​ El 11 de febrero de 1833 Juárez fue nombrado formalmente diputado electo de la Legislatura del estado de Oaxaca, es decir, diputado local.13​ En su cumpleaños 26 Juárez es nombrado capitán de la 5.ª Compañía del 1.er Batallón de Milicia Cívica de su estado.13​ El 3 de febrero de 1834 se nombró a Juárez miembro de la Junta de Sanidad de su estado.13​ El 7 de febrero se nombró a Juárez ministro interino de la Corte de Justicia del estado.13​ El 7 de abril fue nombrado miembro de la Junta Calificadora y Premiadora de los méritos que, en el fuerte de Santo Domingo, contrajeron los valientes defensores de nuestras instituciones.13​ El 6 de abril de 1838 se nombró a Juárez secretario interino de la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia del departamento de Oaxaca.13​ El 31 de diciembre de 1839 fue nombrado ministro suplente del mismo Tribunal Superior de Justicia.13​ El 23 de agosto de 1840 se nombró a Juárez compositor por la Quinta Sección de Oaxaca.13​ El 31 de diciembre de 1840 fue nombrado de nuevo ministro suplente del mismo Tribunal Superior de Justicia.13​ El 22 de julio de 1841 el Tribunal Superior de Justicia del departamento oaxaqueño emitió a favor de Juárez un despacho de juez de la instancia del ramo civil para la ciudad de Oaxaca.13​ El 3 de octubre de 1843 recibió un nombramiento como segundo vocal suplente de la Junta Electoral de Oaxaca.13​ El 1 de junio de 1844 se emitió un comunicado a la Asamblea Departamental del estado acerca de que Juárez no podía cubrir la plaza de vocal de esa Asamblea por estar desempeñando el cargo de secretario de Gobierno del departamento del estado.13​ El 3 de enero de 1853 Juárez recibió un despacho de catedrático sustituto de Derecho Civil en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca.13​ El 22 de febrero se le concedió una licencia sin goce de sueldo por un mes a Juárez para ausentarse del Instituto. El 30 de septiembre de 1858 fue inscrito Juárez como socio honorario del Conservatorio Dramático Mexicano mediante un documento firmado por el presidente del mismo, José Valero y el prosecretario Justo Sierra.13​

Ese mismo año apoyó a Valentín Gómez Farías, quien buscaba debilitar y someter al clero. Sin embargo, un año después se impuso de nuevo el centralismo en el país, por lo que huyó a Puebla.14​ Después de un par de años regresó a Oaxaca. Se le otorgó el empleo de juez de primera instancia. Tuvo al menos dos hijos con una mujer anónima del pueblo, a la que desconoció para luego casarse con Margarita Maza, hija adoptiva de su antiguo patrón, Antonio Maza. Al celebrarse la boda, él tenía 37 años, y ella 17.14​

Sirvió como burócrata tanto a los centralistas como a los santannistas. Inclusive hizo que se colocara en su sala de sesiones un retrato de Santa Anna, y cuando murió la esposa de este, pidió a los empleados públicos que guardaran luto. En 1844 lo premiaron con el nombramiento de fiscal del Tribunal Supremo de Justicia oaxaqueño.14​

Al perder en las elecciones presidenciales el general Paredes Arrillaga, Juárez resultó elegido diputado federal, por lo que en 1847 se trasladó a la ciudad de Méxicocon esta calidad.14

Gobernador de Oaxaca y destierro

Durante la invasión de Estados Unidos, Juárez volvió a Oaxaca y fue nombrado gobernador interino en 1847. Su gestión se caracterizó por lograr el equilibrio económico y la realización de obras públicas como caminos, la reconstrucción del palacio de gobierno, la fundación de escuelas normales, el levantamiento de una carta geográfica y del plano de la ciudad de Oaxaca. Se duplicó el número de escuelas en Oaxaca, de 50 que había en todo el estado a 100 o más.[cita requerida] Creó el puerto de Huatulco y construyó el camino hacia la capital, lo que permitió reducir el costo de varias mercancías que eran traídas de Veracruz o Acapulco.[cita requerida] También reorganizó la Guardia Nacional y dejó excedentes en el tesoro. Como gobernador, Juárez iniciaba actividades frecuentemente a las cinco de la mañana y salía de su despacho muy tarde, pasadas las 10 de la noche. Instaló un escritorio público para que cualquiera que lo solicitara pudiese hablar con él sin importar su condición social o económica. También en ese cargo Juárez impidió la entrada a Oaxaca al fugitivo Santa Anna, quien venía huyendo de la capital del país debido a la ocupación estadounidense de entonces, ofensa que Santa Anna jamás perdonaría.

En 1853 al llegar por undécima vez a la silla presidencial Antonio López de Santa Anna, cobró venganza a Juárez por haberle impedido ingresar al estado. Tal como Juárez se lo había advertido a su esposa, un día mientras impartía cátedra llegaron por él unos militares para apresarlo. Solicitó cinco minutos para terminar su cátedra e incluso le fue concedido pasar a su casa a despedirse de Margarita pensando en un posible fusilamiento. Lo encerraron en las tinajas de San Juan de Ulúa. Al poco tiempo lo trasladaron a Veracruz, donde lo embarcaron en nave de bandera española rumbo al destierro en Cuba, en donde trabajó en una fábrica de puros. Tiempo después Juárez se trasladó a Nueva Orleans, donde buscó el apoyo de las logias masónicas locales. Juárez conoció ahí a Melchor Ocampo y otros exiliados que habían sido desterrados o simplemente eran perseguidos políticos del dictador. Todos ellos se reunían en esa ciudad en secreto para planear un golpe de Estado en contra de Santa Anna.14​

Revolución de Ayutla y Constitución de 1857

En el exilio Juárez buscó apoyar a la revolución que se estaba gestando en Ayutla. Así que logró embarcarse a Panamá para luego llegar a Acapulco. Se le dio primero un humilde puesto de escribiente.14​ y asesoró al cacique guerrerense y héroe de la independencia Juan N. Álvarez en la lucha revolucionaria. Ante el inminente triunfo liberal, Santa Anna abandonó la presidencia el 9 de agosto de 185515​ y el 16 de septiembre los liberales llegaron a la capital. El 4 de octubre, una junta de representantes estatales eligió presidente provisional al general Álvarez en Cuernavaca emitiendo Juárez su voto en favor del general quien venció en las elecciones por una amplia mayoría a Ignacio Comonfort, Santiago Vidaurri y Melchor Ocampo.16​17​ Álvarez decidió formar su gabinete con la generación de liberales puros como Melchor Ocampo en Relaciones, Guillermo Prieto en Hacienda y Benito Juárez fue escogido para ser ministro de Justicia e Instrucción pública.14​18​19​

 

En esta época expidió la Ley Juárez, oficialmente conocida como Ley sobre administración de justicia y orgánica de los tribunales de la Nación, del Distrito y Territorios. Esta ley coartaba los derechos de militares y eclesiásticos, como suprimir los tribunales "especiales" que tenían ambos organismos. Mas no fue una solución completa como la que firmaron posteriormente Ignacio Comonfort y Sebastián Lerdo de Tejada en la que se separaba la Iglesia del Estado. La Ley Juárez simplemente era un esbozo de algo que tenía que llegar más completo.

En 1855, durante el gobierno de Ignacio Comonfort, fue primero gobernador de Oaxaca, para después ser nombrado ministro de Gobernación y presidente de la Suprema Corte de Justicia. En diciembre de ese mismo año, durante el golpe de Estado ocasionado por conflictos entre conservadores que apoyaban a la iglesia y liberales que habían apoyado la separación Iglesia-Estado, Juárez fue apresado por las fuerzas del propio Comonfort. La razón fue la duda de los golpistas ante su posición, ya que Juárez nunca se declaró abiertamente en contra ni a favor del conflicto, irónicamente causado por la ley cuyas bases él mismo había ayudado a sentar.14​

Sin embargo, el propio Comonfort, quien había organizado su propio golpe de Estado contra su gobierno, acudió un mes después a pedirle a Juárez su ayuda, ya que tanto liberales como conservadores no habían llegado a ningún acuerdo y el gobierno se debilitaba cada vez más. Así que Juárez fue a Guanajuato a ver al general Manuel Doblado, quien era gobernador del estado, para organizar otro golpe de Estado. Sin embargo, este, junto con otros gobernadores, ya había desconocido a Comonfort y nombrado sustituto al propio Juárez, mientras que Zuloaga en Ciudad de México también se rebelaba en contra de Comonfort y de los liberales. Esto ocasionó la Guerra de los Tres Años.14​

Presidencia 1858-1861

Primera presidencia interina

En 1858, Juárez se convirtió en presidente de la República por primera vez tras el autogolpe de estado de Ignacio Comonfort quien decidió aliarse al Plan de Tacubaya y dimitió convirtiéndose de acuerdo a la Constitución en presidente al ser Ministro de Justicia. Félix María Zuloaga, quien estaba apoyado por el ejército y el clero, clases afectadas por las leyes promulgadas durante el mandato de Comonfort, basadas en la Ley Juárez, fue declarado también presidente por los conservadores. Juárez mantuvo un gobierno itinerante entre los distintos estados, perseguido por el ejército federal y con ínfimos recursos. Su gobierno formó inicialmente una milicia de unos cuantos cientos de hombres, entre los que se encontraban muchos de sus amigos exiliados de Nueva Orleans, como Melchor Ocampo.14​

En Guanajuato

Juárez tuvo que huir a Guanajuato, donde fue nombrado presidente oficialmente y trató de organizar su gobierno, integrando en su gabinete en Relaciones y Guerra a Melchor Ocampo, en Justicia a Manuel Ruiz, en Hacienda a Guillermo Prieto, Fomento a León Guzmán, como jefe del ejército a Anastasio Parrodi y poco después nombró a Santos Degollado como ministro de gobernación. Ahí desde Guanajuato, el presidente interino Juárez envió su primer manifiesto a la nación el 19 de enero de 1858 en la cual convocaba al pueblo mexicano a unirse a su causa la cual consideraba justa y emanada de la voluntad del pueblo. Finalmente obligado por las circunstancias de la guerra y ante el inminente avance de Osollo y Miramón salió con dirección a Guadalajara el 13 de febrero.20​

Intento de fusilamiento en Guadalajara

En 1858 Juárez llegó a Guadalajara el 14 de febrero, el aniversario de la fundación de dicha ciudad, acompañado de su gabinete en pleno y algunos miembros del Congreso entre quienes figuraba el vicepresidente Mateo Echais.21​ Fue recibido por los poderes estatales y municipales en San Pedro Tlaquepaque quienes protestaron su lealtad.22​ Juárez se hospedó en el Hotel Francés.23​ 

Mientras realizaban una reunión de gabinete en el Palacio de Gobierno de Jalisco, un oficial lo traicionó e interrumpió la reunión con algunos soldados, a quienes les ordenó preparar armas. Juárez se levantó de su silla y se colocó de frente para esperar su destino, pidiendo que le dispararan al pecho. El ministro Guillermo Prietosalvó la vida de Juárez anteponiéndose a su persona y gritando su famosa frase de «¡Los valientes no asesinan!», y continuó: «Si quieren sangre, bébanse la mía, pero no toquen al presidente» cuando el conservador Filomeno Bravo había dado la orden a soldados del 5° regimiento de fusilar al presidente.24​

Segundo destierro

Ante el avance de las tropas federales llegó Juárez y su gobierno al Pacífico, donde no tuvo otro remedio para salvarse que embarcarse junto con su gabinete y otras personas con rumbo a Panamá, de donde cruzó al Océano Atlántico para viajar hacia La Habana y luego a Nueva Orleans a donde llega el 28 de abril.25​ En todos estos puntos fue reconocido y recibió muestras de admiración por defender su causa. En Nueva Orleans la prensa lo abordó incesantemente.

En Veracruz

El 4 de mayo de 1858 llegó Juárez a Veracruz,25​ donde el gobierno de Manuel Gutiérrez Zamora le era afín junto con el general Ignacio de la Llave. Al llegar al puerto de Veracruz ya lo esperaban su esposa e hijos en el muelle, junto con gran parte de la población, que ese día se desbordó al malecón para recibirlo. Allí pasó varios meses sin sobresaltos hasta el ataque de Miguel Miramón quien finalmente levantó el sitio sobre el puerto el 30 de marzo de 1859.26​ El 6 de abril recibe al representante diplomático de los Estados Unidos Robert MacLane.27​

Nacionalización de los bienes del clero

El 12 de julio de 1859 Juárez decreta la primera de las normas de reforma: la Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, que impidió a la Iglesia tener propiedades en México.28​29​

Ante la fragilidad del gobierno juarista, los conservadores Félix María Zuloaga y Leonardo Márquez tenían oportunidad para recuperar el poder. Ante esto, Juárez solicitó al congreso facultades extraordinarias. Los miembros liberales del congreso se negaron, con el principal argumento de que haber colocado al país bajo una constitución había costado una guerra muy sangrienta y no era posible que Juárez que había impulsado dicha Constitución ahora quisiera violar los principios de legalidad dándose facultades de virtual dictador. Sin embargo, dos grupos de conservadores atraparon a Ocampo y a Santos Degollado, respectivamente, y los mataron, desviando la atención de los liberales en el congreso cambiando la opinión de estos decidiendo otorgar dinero y permisos a Juárez para acabar con ellos.[cita requerida]

Tuvo finanzas excepcionales durante su mandato. Su gobierno arrojó un déficit presupuestario de 400.000 pesos mensuales. Solo logró recaudar un millón de pesosde la venta de las propiedades de la Iglesia.[cita requerida]

Intervención francesa y Segundo Imperio Mexicano

Artículo principal: Segunda intervención francesa en México

Francia invade México

Por no poder pagar sus deudas con Europa debido al precario erario público consecuencia de la guerra de reforma, el puerto de Veracruz fue invadido el 15 de diciembre de 1861 por una fuerza española de 6000 hombres que no encontró resistencia. El 9 de enero de 1862, se les unieron 3000 franceses y 800 ingleses.

Los invasores ingleses y españoles salieron del país, ya que los franceses sabotearon las conversaciones para obtener el pago pacífico de las deudas. Napoleón III estaba buscando secretamente establecer un Imperio Mexicano.

El papa Pío IX también apoyó la invasión de México. La iglesia católica estaba fuertemente disgustada con la aplicación de las Leyes de Reforma en México. La encíclica del Vaticano Quanta cura,30​ incluía el Syllabus errorum que era un catálogo de infracciones a los presuntos derechos de la Iglesia en que incurrían, en Europa y en América, gobiernos de países antaño sometidos al dominio eclesiástico.31​

"Levantamos nuestra voz pontificia con libertad apostólica en esta vuestra plena asamblea para condenar, reprobar y declarar írritos y sin ningún valor los mencionados decretos".

Papa Pío IX respecto a las Leyes de Reforma en México[cita requerida].

 

Los franceses perdieron el 5 de mayo de 1862 la Batalla de Puebla, contra las tropas mexicanas bajo el mando de Ignacio Zaragoza. El General Zaragoza mandó a Palacio Nacional su famoso telegrama:32​

 

"Las armas nacionales se han cubierto de gloria".

 

General Ignacio Zaragoza al presidente Juárez. 5 de mayo de 1862 

 

Francia, luego de un año después de la batalla del 5 de mayo mandó a 25000 hombres más que entraron a la Ciudad de Puebla en poco más de dos meses luego de haberle puesto un sitio a la ciudad, mismo que provocó la escasez severa de bienes y en especial alimentos lo cual mermó las posibilidades defensivas que desde el principio eran inferiores, pero también la población en su gran mayoría vio en los invasores a los enemigos en contra de lo que los conservadores querían promover. Varios comandantes del ejército mexicano, entre ellos Porfirio Díaz y González Ortega fueron capturados.

 

Gobierno itinerante

Luego de haber efectuado una sesión extraordinaria del Congreso de la República, donde se le dieron poderes especiales a Juárez y el Congreso, decretó la suspensión de trabajos hasta nuevo aviso, seguido de una sesión solemne que acabó en el Zócalo capitalino con miles de mexicanos que fueron a despedir a Juárez, el 31 de mayo de 1863. Juárez abandonó la capital junto con una gran caravana para llevar consigo el Gobierno de la República hacia el norte, a salvo de los invasores. En la caravana iban los principales ministros de Juárez, así como muchas carretas cargadas de papeles que contenían los archivos de la nación. La caravana era custodiada por unas tres centenas de soldados bien pertrechados.

Al pasar la caravana de Juárez cerca de Dolores Hidalgo, Guanajuato, Juárez ordenó desviarse hacia tal población. Ahí se efectuó una reunión con el jefe municipal y los pobladores. Juárez visitó la casa de Miguel Hidalgo que se encontraba en buenas condiciones. Allí el jefe municipal le hizo saber al presidente que tal anciano que se veía por ahí era el que custodiaba la propiedad, además de que este había sido amigo de Miguel Hidalgo. Juárez se acercó al hombre que pretendió reclinarse ante Juárez, pero este lo detuvo y le dijo que era él quien debiese reclinarse ante el viejo por ser un héroe de la independencia. Juárez le preguntó al hombre sobre cómo era Hidalgo, a lo que este respondió que era un hombre extraordinario. Juárez le dijo que él luchaba por los mismos ideales que Hidalgo. Juárez llegó a San Luis Potosí donde intentó rehacer su gobierno. Él había decretado una ley, el 25 de enero del año anterior, donde serían traidores todos los que apoyaran con armas y tomaran puestos del gobierno de los invasores. También, todo el que pidiera la abolición de las Leyes de Reforma sería traidor.

Los franceses entraron a la capital mexicana sin disparar un solo tiro, ya que Juárez y su gabinete estaban gobernando desde San Luis Potosí. De ahí se cambió estratégicamente a Monterrey y a Saltillo. Echó al cacique por medio de sus contactos, para luego perder las ciudades ante los franceses. Juárez había enviado a Margarita y sus hijos a Nueva York, Estados Unidos, donde recibió el apoyo de Matías Romero y el Secretario de la Embajada de México en aquel país, que seguía funcionando. Luego de recibir en la estación de ferrocarril a Margarita y su familia, Matías Romero los instaló en una casa en los suburbios. Las órdenes de Juárez habían sido conseguirles una casa suficiente pero modesta. Inmediatamente, Matías Romero encargó a Margarita y su familia a su secretario y partió a la Ciudad de Washington, donde se entrevistó con el secretario de Estado. La encomienda de Juárez era asegurarse que los Estados Unidos estuvieran del lado de la República y en contra del imperialismo francés. Abraham Lincoln, presidente estadounidense en ese entonces, tenía grandes problemas en medio de la Guerra de secesión, que se entablaba entre el Norte y el Sur del país. Matías Romero consiguió que el secretario de Estado estadounidense pidiera a su embajador ante España que influyera para evitar que ese país apoyara la empresa francesa en México. Para ello, se amenazó a España en que, si insistía en apoyar la invasión a México, los Estados Unidos tendrían que intervenir a favor de la República.

Maximiliano se dirige a México y escribe una carta a Juárez, invitándole a participar en su gobierno imperial. Juárez le contesta desde la Ciudad de Monterrey el 1 de marzo de 1864, rechazando tal propuesta, denostándolo por ser un agente de Napoleón III y advirtiéndole que la historia los juzgará.

Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes, atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará.

Carta de Benito Juárez a Maximiliano. Monterrey, NL. 1 de marzo de 1864.


Juárez se mudó a Coahuila, estableciéndose en varios pueblos y haciendas. Pero el lugar más sobresaliente fue el poblado del Gatuño (hoy Congregación Hidalgo), ya que fue aquí donde el 4 de septiembre de 1864 ordenó a varios caciques que escondieran los archivos de la nación. Dichos caciques escondieron los archivos en la Cueva del Tabaco.33​ De ahí, entra a la Comarca Lagunera del estado de Durango, donde viaja a la Hacienda de Pedriceña en el poblado de Cuatillos. Aquí arribaron la tarde del 15 de septiembre de 1864. Fue aquí donde Juárez da el Grito de Independencia en 1864. Después se trasladaron hacia la Hacienda del Sovaco en Nazas y de ahí a la Hacienda de Santa Rosa (hoy Gómez Palacio), donde tuvo una reunión con los primeros oficiales de la nación. De allí se trasladó a Mapimí, Durango en donde se hospedó varios días en una casa de hospicio. Una vez saliendo de Durango, ingresa a Chihuahua, con cada vez menos apoyo. Maximiliano y su esposa Carlota, luego de una gira por Europa, llegaron a la Ciudad de México. El general Jesús González Ortega, que había sido leal a la causa de la República y había combatido en Puebla a los invasores franceses, era titular de la Secretaría de la Guerra y de la Suprema Corte de la Nación. González Ortega combatió el avance francés hacia el norte sin éxito.

 

En Chihuahua

En 1864 el presidente Benito Juárez y sus ministros Sebastián Lerdo de Tejada, José María Iglesias y Miguel Negrete arriban a territorio chihuahuense e instalan en la ciudad la sede del gobierno republicano.34​ En Chihuahua la república gozaba de bastante apoyo tanto del gobierno como del pueblo. Exactamente un año antes de que terminara el período constitucional de Juárez, González Ortega entró a la oficina de Lerdo de Tejada preguntando si se le entregaría la presidencia ese día o al siguiente argumentando que la Constitución de 1857 no era muy clara al respecto a lo que Lerdo le pidió unas horas para responder. Lerdo acudió a hablar con el presidente Juárez de tal reclamación. Este le contó al presidente sobre la reclamación de González Ortega además de decirle que González Ortega era corrupto pues tenía pruebas de que había desviado fondos para el ejército republicano para sí mismo. La conclusión fue que González Ortega se confundió pues el período constitucional de Juárez terminaba hasta un año después. La confusión fue debido al hecho de que Juárez había ocupado la presidencia de forma interina, pero ese tiempo no contaba dentro del período constitucional. En la tarde González Ortega tocó a la oficina de Lerdo y al pasar este le aclaró el asunto. González Ortega no tuvo más que decir y ante tal ridículo se fue al poco tiempo con su hermano a Norteamérica en un autoexilio.​

En Nueva York, Pepito, uno de los hijos de Juárez, yacía enfermo de pulmonía debido a los fuertes fríos que azotaban aquella región. De esto había tenido noticia Juárez. Estados Unidos se encontraba en guerra civil. Matías Romero por tren a Nueva York y junto con otros funcionarios de la embajada fueron a ver a Margarita y a su enfermo. Cuando llegaron los recibió Pedro Santacilia,35​ yerno de Margarita que vivía allí con su esposa y tenía la encomienda de Juárez de velar por la familia. El niño Pepito acababa de fallecer. La temperatura rondaba los 12 grados bajo cero. La casa estaba sumamente fría debido a que la leña y los víveres en general escaseaban mucho en aquel invierno y en medio de la guerra. Lo poco que había era sumamente caro y el hogar de Margarita no contaba con esos recursos. La escena era desgarradora según contó Don Pedro. Margarita gritaba inconsolable abrazando el cuerpo. Los funcionarios de la embajada esperaron en la Sala. Don Pedro tuvo que usar los muebles como leña para calentar un poco la casa.36​ Margarita se opuso a realizar los funerales de su hijo en "esa ciudad ajena" (Nueva York) y decidió embalsamar el cuerpo hasta poderlo enterrar en su tierra, Oaxaca. Pedro Santacilia enteró de esto a Juárez a lo que le replicó que ella (Margarita) es su madre y sabe lo que hace. Tal disposición violaba las leyes sanitarias de Nueva York como Matías Romero se lo hizo saber a Pedro Santacilia.

 

Durante febrero de 1865 Juárez fue avisado de la tragedia lo que lo apartó una semana de su oficina en Chihuahua. Sus colaboradores lo animaron y a la vez se asombraron del temple de aquel indígena, en especial su Secretario de Hacienda José María Iglesias y su Secretario de Gobernación Miguel Lerdo de Tejada. El 21 de marzo de 1865, sus colaboradores y el gobernador de Chihuahua le organizaron una fiesta de cumpleaños, Juárez al enterarse señaló que no quería que se gastara ni un centavo del erario en ninguna fiesta, a lo que le replicaron que no lo harían, que los gastos serían personales. Ante tal realidad Juárez acudió al evento organizado a las 18.00, donde asistieron unas 800 personas. Por su parte, en Estados Unidos las tropas al mando de Abraham Lincoln tomaron la capital del Sur y derrotaron al general Robert E. Lee ganando definitivamente la guerra civil. Matías Romero presentó las felicitaciones del gobierno de la República Mexicana en los primeros lugares al presidente Lincoln. Al poco tiempo Lincoln fue asesinado. Mientras tanto, Maximiliano desde la Ciudad de México, informó a su gabinete que el país estaba pacificado y que en pocos días el ejército imperial entraría a Chihuahua para acabar con Juárez. Napoleón ordenó el retiro de algunos miles de efectivos ya que Francia sufría el embate del congreso por los excesivos gastos que representaba la invasión de México. El general Bazaine al mando del ejército francés desde antes que tomara el puesto Maximiliano, le advirtió a este que el retiro de tropas fortalecería a Juárez. Maximiliano celebró su cumpleaños en Ciudad de México. En el ambiente hubo una gran satisfacción porque la República, Juárez y los brotes insurrectos de republicanos a lo largo del país, se suponen aniquilados. Con esto se celebró además del cumpleaños el triunfo de la monarquía. Maximiliano en agradecimiento al mariscal francés y comandante en jefe del ejército monárquico Bazaine, le regaló a este una mansión para que la habitara con su esposa mexicana conocida entre la corte como Pepita.

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Ante el inminente ataque francés, Juárez y su gobierno destruyeron la papelería importante para que no cayera en manos francesas. En una madrugada de mayo de 1865 los franceses atacaron Chihuahua al mando del General Agustín E. Brincourt. La ciudad fue bombardeada y se defendió tenazmente pero finalmente cayó en manos de los franceses. Sin embargo, Juárez y su gabinete habían logrado ser evacuados a salvo escapando rumbo al norte. Mientras tanto algunos generales republicanos combatieron heroicamente el avance francés. El general Brincourt obligó a los republicanos a firmar el acta de sumisión al imperio. El gobierno de la República reducido a un pequeño número de personas llegó a Villa Paso del Norte, lo que hoy es Ciudad Juárez, Chihuahua. Al ser perseguidos por los franceses tuvieron que huir por lo que Lerdo de Tejada le dijo a Juárez que deberían escapar a Estados Unidos a lo que Juárez contestó que eso equivalía a darse por vencidos y aniquilar la República. Juárez preguntó señalando una serranía si aquello aún es territorio nacional a lo que un militar oriundo de aquella región le aseguró que sí. Juárez ordenó moverse para allá a pesar de que le advirtieron que no había nadie allí, sólo matorrales, víboras y demás alimañas. A esta serranía hoy se le conocer como Sierra de Juárez (Chihuahua). Los franceses al llegar son informados que Juárez cruzó la frontera lo que dio por terminada la persecución y fue lo que reportaron a la Ciudad de México.

El 14 de agosto de 1865 quedó establecido en la Villa de Paso del Norte el gobierno nacional.37​ Las fuerzas republicanas retomaron la ciudad de Chihuahua, por lo que los franceses abandonaron la ciudad el 29 de octubre.34​ Los franceses planearon retomar por sorpresa la ciudad de Chihuahua pocos días antes de la Navidad de 1865 pero José María Pérez Esquivel, telegrafista septuagenario se enteró del plan francés y mandó a avisar a Juárez quienes nuevamente lograron huir a tiempo hacia el norte. El 11 de diciembre las fuerzas francesas retomaron la capital. Los franceses capturaron a José María Pérez Esquivel y luego de golpearlo lo mandaron fusilar la mañana del 24 de diciembre de 1865 ante la gran indignación del pueblo chihuahuense en contra de los invasores.

Los militares Manuel Ojinaga, Manuel Díaz Mori (hermano de Porfirio Díaz) y otros militares estuvieron al lado de Juárez en la defensa de su gobierno errante. En la huida hacia el norte, el gobierno de la república pensó detenerse en el lugar llamado El ojo de la laguna, pero Luis Terrazas, gobernador de Chihuahua les dio alcance para persuadirlos de que debían continuar la marcha durante toda la Nochebuena y la madrugada de Navidad pues los franceses los perseguían. La comitiva continuó su marcha. Terrazas advirtió que algunos indígenas de la región se pasaron al lado imperialista por lo que la comitiva debería cuidarse también de estos. Llegaron al desierto de Samalayuca. El 28 de diciembre de 1865 llegaron a la frontera siendo perseguidos por los franceses a menos de un día de camino. Muchos persuadieron a Juárez de cruzar la frontera, pero este tomando un puño de tierra en la rivera del Río Bravo exclamó que preferiría refugiarse en algún cerro agreste y morir con la bandera en el pecho que abandonar el suelo patrio. Todos entendieron el mensaje y se ordenó a la pequeña tropa que los acompañaba hacerle frente a los franceses.

Mientras tanto, Matías Romero y el secretario de la Embajada Mexicana ante los Estados Unidos llegaron a la casa de doña Margarita para acompañarla a la recepción que en Washington le preparaba el gobierno estadounidense de Andrew Johnson. Este había desconocido al Imperio de Maximiliano y reconocido en Juárez al único presidente legítimo de la República Mexicana. Johnson anunció el envío de unos 100 000 hombres a la frontera con México para amedrentar a los invasores de México. También el embajador de los Estados Unidos en París presionaba a Napoleón III para que retiraran sus tropas de México.

 

Maximiliano ofreció a los confederados que habían perdido la guerra en los Estados Unidos la posibilidad de establecerse en Veracruz. Esto fue mal visto en el gobierno de Washington.

Las fuerzas republicanas al mando del general Luis Terrazas Fuentes contraatacaron a los franceses y retomaron la capital de Chihuahua el 25 de marzo de 1866; luego recuperaron Parral y avanzaron sobre el estado de Durango. Luego de tales hechos, el presidente Juárez distinguió al general Terrazas con su amistad.38​ Juárez entró a la capital chihuahuense el 7 de junio de 1866 ante el gran júbilo de la población. Se organizó una ceremonia donde les dieron lugares de honor a los lisiados de las batallas acaecidas en aquella región y se entregaron medallas de bronce a los héroes de la República. Cuando Juárez colocó una medalla a un joven de unos 16 años, este estalló en lágrimas y le dijo al presidente que sus cinco hermanos murieron combatiendo por él (Juárez) y que él también con gusto habría muerto por la misma causa. El presidente contestó que lo entendía y que él también perdió un hijo. Y le dijo que no murieron por él, sino por el aire y la tierra de la Patria, que murieron por la libertad.

En esas mismas fechas el imperio de Maximiliano tuvo cada vez más problemas. El clero mexicano se había rebelado ante el imperio porque Maximiliano no dio marcha atrás a las leyes de Reforma. Francia había ordenado ya el retiro total de su ejército a más tardar para inicios de 1867. Estados Unidos ya no estaba en guerra y el presidente Johnson se pronunció en su congreso por el total apoyo al presidente Juárez y la República. 100 000 hombres enviados a la frontera con México amedentrarían a los franceses. La Emperatriz Carlota de México partió a Europa la madrugada del 7 de julio de 1866 con el plan de buscar apoyo del papa Pío IX, de Napoleón III y del hermano de Maximiliano, entre otros. La división entre los republicanos en México se hizo más dramática, ya que el período constitucional de Juárez se acercaba a su fin. Por tal motivo, Juárez publicó un decreto en donde, argumentando que el país estaba en guerra, extendía su mandato hasta que se normalizara la República y se convocara a elecciones. González Ortega, autoexiliado en los Estados Unidos, buscó el reconocimiento de ese país como presidente, mientras que recibía la ayuda de Ignacio Ramírez, "El Nigromante".

Mientras que Carlota buscaba apoyo en Europa para el imperio, Maximiliano dejó la capital y los múltiples problemas que allí tenía y se fue a pasar un tiempo a la ciudad de Cuernavaca, al Palacio de San Cloff, donde vivía su amante María Bonita, hija del jardinero en jefe de ese palacio. La Emperatriz Carlota había recibido la negativa de Napoleón III para entrevistarse, pero ella insistió y se trasladó a París. Allí se hospedó en el Gran Hotel de París, donde consiguió una entrevista con los ministros de Napoleón III y con la emperatriz Eugenia, reunión que no prosperó pues estos últimos tenían instrucciones de no ceder en nada. Después Carlota consiguió una cita con Napoleón III a las 10 de la mañana del 18 de agosto de 1866 en su hotel. Los acompañaban representantes del imperio mexicano como Juan Nepomuceno Almonte y Pedro Hidalgo y representantes del gobierno francés como el ministro de Estado; sin embargo, la entrevista se dio sólo entre Carlota y Napoleón, encuentro donde Carlota mostró la desesperación por conseguir algún apoyo y Napoleón la de negar cualquiera. Carlota sugirió incluso la disolución del congreso de París a Napoleón. Este último terminó la reunión diciendo que Maximiliano tenía que abdicar ya, pues no tenía otra opción.

En Chihuahua, Juárez recibía buenas noticias de todo el territorio nacional respecto a la recuperación del control de la patria. El ministro de Guerra, el general Ignacio Mejia, rendía los informes correspondientes. Porfirio Díaz avanzaba en Oaxaca desde el sur. El obispo de Oaxaca había pedido garantías a Díaz ante su inminente entrada a la capital oaxaqueña, a lo que Díaz respondió que le dejaría vestir sus mejores prendas para su fusilamiento. Este huyó de Oaxaca junto con muchas personalidades, sobre todo de la alta sociedad, que habían sido afines al imperio. El gobierno de Juárez retomó el control de las aduanas de San Blas, Mazatlán y Guaymas, que representaban importantes recursos para su gobierno. Luego el ejército republicano tomó las ciudades de Guadalajara, Monterrey y Tampico y logró controlar más aduanas de esas regiones. El ejército francés y el republicano de México tuvieron batallas pero no en grandes cantidades de hombres, pues los franceses se iban retirando hacia el sur y los republicanos en algunas ocasiones esperaban en muchos casos que los franceses se fueran para avanzar; sin embargo, hubo batallas de significación, como las de Miahuatlán, La Carbonera, Juchitán, San Pedro (Sinaloa), Santa Gertrudis (Tamaulipas), Naco (Sonora), Mazatlán y otras, en las cuales los republicanos derrotaron al ejército francés, aunque la mayoría de ellas serían ejecutadas a manera de guerrillas, no de un ejército a gran escala. El general Mejía informó a Juárez de la recuperación del Valle de Guayana y de la ciudad capital de Durango. Ante la realidad geopolítica de México, Juárez decidió trasladar su gobierno al sur hacia Durango. El día de la partida en el mes de diciembre de la ciudad de Chihuahua Juárez exclamó: "Gracias, tierra bendita, nunca te olvidaré", en agradecimiento a aquella ciudad y estado que le había dado alojo a su gobierno y a la causa republicana y en donde llegó acorralado y salió triunfante. Juárez, seguido de una larga comitiva, salió con destino final Durango, rumbo a Hidalgo del Parral. En su famosa carroza negra lo acompañaban Sebastián Lerdo de Tejada y José María Iglesias. En 1867, Juárez, a su regreso para la restauración de la República desde el Paso del Norte, fue hospedado por unos días en el Palacio de Zambrano en la ciudad de Durango, durante los cuales el palacio fue sede del poder ejecutivo de México.

Caída del Imperio

El 22 de agosto de 1866 Carlota sale del Gran Hotel de París con planes de ir a ver al papa Pío IX, pero antes su comitiva la convence de hacer una escala en el Castillo de Miramar en Italia, su antiguo hogar. El 27 de septiembre de 1866 Carlota visita al papa Pío IX. Ella da muestras ante el papa de problemas mentales; le dice que la bebida que le habían ofrecido estaba envenenada y toma la de él. No se quería ir y tuvieron que invitarla a la biblioteca vaticana, para distraerla. Luego su hermano fue por ella. Carlota era atendida por el médico en jefe del hospital de enfermos mentales de su ciudad. Maximiliano, decidido a abdicar, recorre el Palacio de Chapultepec mientras indica las pertenencias a embarcar; deja la mayoría de las habitaciones intactas, pues muchos objetos habían sido regalos al pueblo de México y no a la persona de él ni a la de la emperatriz. Sale sigilosamente rumbo a Veracruz. En Orizaba, en noviembre de 1866, el Padre Fisher había organizado, junto con los conservadores de la región, una multitudinaria manifestación en apoyo a Maximiliano, para impedir que se fuera. Maximiliano decide quedarse entonces en Orizaba por un mes, para pensar qué hacer.

Tres personajes influían en Maximiliano poderosamente: el padre Fisher, su médico el doctor Samuel Basch, de origen prusiano-judío, y su viejo amigo personal y colaborador Stephan Haspan. El primero lo persuadía para que se quedara; los otros dos, para que se fuera a Europa, pues veían la causa del Imperio perdida. Maximiliano recibió el apoyo de los generales Leonardo Márquez, apodado "El Tigre de Tacubaya", y Miguel Miramón, expresidente de México. Miramón le notificó que se había conseguido que la Iglesia ofreciera 11 millones de pesos, además de que se tenía la posibilidad de reunir 29 000 hombres y de que la junta de notables apoyaría a Maximiliano. Maximiliano formó un nuevo gabinete en Orizaba y su plan incluía:
 

  • Sostener a los franceses totalmente en México, ya que Maximiliano también sabía que ellos eran su mayor apoyo;
     

  • Crear un Congreso para legitimar su gobierno e invitar a los liberales a formar parte de su iniciativa, incluido Juárez.
     

Al poco tiempo se le informó a Maximiliano que se contaba con 29, 663 soldados, más de 2000 hombres de oficialía y 10 cañones para iniciar. La iglesia entregó un adelanto de 2 millones de pesos. Una afición de Maximiliano era cazar mariposas. En Orizaba lo siguió haciendo, junto con un ilustre botánico europeo que deseaba fundar un museo de historia natural en México (el actual Museo de Historia Natural de Ciudad de México), considerada la vasta riqueza natural que había encontrado en el país. A finales de noviembre, Maximiliano preparaba su regreso a la Ciudad de México. Juárez y su gobierno llegan a Durango los primeros días de noviembre y realizan una reunión con su gabinete de guerra. Deliberan sobre la toma de Matamoros, que era el único punto importante y estratégico en el norte que aún quedaba en manos del imperio. Se decidió utilizar un sitio, como el utilizado por los franceses contra los liberales para rendir a la Ciudad de Puebla. El plan se llevó a cabo.

Luego de tres semanas y algunas escaramuzas menores entre los ejércitos, el general Tomás Mejía, que defendía la ciudad de Matamoros, finalmente se rindió. Con esta victoria, los liberales controlaban todo el norte del país. Hubo entonces una gran fiesta popular frente al Palacio de Zambrano en Durango, que funcionaba como Palacio Nacional. Todo el norte era republicano. Ante el avance del control del país por los republicanos, Juárez traslada su gobierno rumbo a Zacatecas, siempre escoltado por el Batallón de Supremos Poderes. Juárez escribe una carta a Margarita en la que le comunica que pronto podrá regresar a México y podrán reencontrarse ella y sus hijos (tanto los vivos como los muertos) y él. Aún en Orizaba, Maximiliano, que pensaba que su hermano, el emperador Francisco José I de Austria lo apoyaría, sigue considerando irse a Viena. Napoleón manda un enviado, Francis de Casternons, con un plan muy negativo: ofrecerle el grueso del armamento francés y a su vez desestabilizar al mismo gobierno de Juárez y dar también más armas a algún general conservador. A sabiendas de sus intenciones, Maximiliano se niega a recibirlo. La madre de Maximiliano, Sofía de Baviera, le escribe una carta desde el Palacio de Schönbrunn: "Hijo mío,... no abdiques,... tu posición en Europa sería ridícula si lo hicieras,...lo más correcto, hijo mío, y lo más justo es que no regreses a Viena...". A raíz de esta carta, Maximiliano hizo traer de inmediato a Miramón, pues decidió regresar a la Ciudad de México.

El general Miramón fue derrotado en San Jacinto. Solo quedaba fuerte el general Leonardo Márquez, en las fuerzas conservadoras, y el no menos numeroso contingente francés que estaba bajo sus órdenes (la mayoría eran parte de la llamada Legión Extranjera). Ignacio Mejía dio un parte a Juárez en una reunión de gabinete en Zacatecas, donde le informó que el general Mariano Escobedo tenía entre 8000 y 10 000 hombres y que otro general tenía otros 6000. Una tarde, a las 15.00 horas, el gobierno republicano deja Zacatecas para salir rumbo a San Luis Potosí, en medio de un desfile y algarabía popular. Maximiliano se reúne con sus generales en la Hacienda de la Teja. El 13 de febrero de 1867 sale Maximiliano de la Ciudad de México rumbo a Querétaro con 9 000 hombres mal equipados (tanto conservadores como la legión francesa que se quedó con él). Lo acompañaban, entre otros personajes, el mariscal Albert Hans y Leonardo Márquez, este último conocido como "El Tigre de Tacubaya" por la masacre de médicos que realizó allí (conocidos como "Los mártires de Tacubaya"). Maximiliano salió de la Ciudad de México una semana después de que la mayoría de las tropas francesas se habían retirado. Maximiliano lanzó una proclama a su ejército en donde, poniéndose a la cabeza, dijo que este era "Un ejército que lleva consigo la dignidad y el amor a México".

Antonio López de Santa Anna se encontraba en Estados Unidos negociando con financieros, empresarios y con el Secretario de Estado de aquel país, Mr. Siward, el apoyo para ocupar por duodécima vez la presidencia de México. A finales de marzo, Juárez recibió un mensaje de Matías Romero desde Nueva York que informaba que Santa Anna preparaba su regreso a México. En esos días recibió también noticias de la embajada de México en los Estados Unidos de que el gobierno de aquel país manifestaba su apoyo a Juárez y no a Santa Anna. Sebastián Lerdo de Tejada le comentó a Juárez que Santa Anna seguramente pretendía provocar un golpe de Estado al llegar a México. Comentó que redoblaría la vigilancia para que, si Santa Anna llegaba a Veracruz, fuese aprehendido inmediatamente. Juárez le contestó: "No se afane mucho usted porque, si Santa Anna no cuenta con apoyo de Estados Unidos, no vale nada... Santa Anna ya no vale nada.".

El día 19 de febrero de 1867 entra el ejército de Maximiliano a la Ciudad de Querétaro. Durante los días 20 y 21 siguen llegando contingentes de Michoacán, San Luis Potosí y Guanajuato entre otros Estados. El día 21 entran 4,000 hombres. En Querétaro se celebró una verbena popular celebrando la llegada de los imperialistas. En total eran entre 10 000 y 12  000 hombres en las filas de Maximiliano. El gobierno republicano avista las Torres de la Ciudad de San Luis Potosí a las 13.00, de 21 de febrero, poco después llega con Juárez a la cabeza a establecer el gobierno de la República en esa Ciudad. Hubo gran verbena popular para celebrar este hecho. La gente gritaba vivas: "Viva México, Viva la Independencia, Viva la República y Viva Juárez". Con respecto a lo militar, los generales liberales Ramón Corona al frente del Ejército de Occidente y el Gral. Mariano Escobedo se reunieron en una unión de caminos que llevaban a la Ciudad de Querétaro. con un total de 60,000 soldados. Un parte militar entregado a Maximiliano decía que las fuerzas enemigas eran 28,000 hombres, siendo 2,000 de caballería. El Gral. Mariano Escobedo realizó un recorrido por una eminencia desde donde pudo contemplar el campo de batalla próximo, Exclamó: "Mañana comenzará el principio del fin para el imperio".

Se presentaron algunas batallas. Los liberales impusieron un sitio a la Ciudad de Querétaro, con lo cual no podía entrar ni salir nada ni nadie, incluidos víveres o comunicados (telégrafo, correspondencia, etc.), durante una de esas batallas, el último reducto del ejército francés fue totalmente derrotado. Bombardearon algunos arcos del acueducto para cortar el suministro de agua a la Ciudad. Los liberales lanzaron muertos imperialistas al río para contaminarlo con miras en doblegar a los imperialistas. Ante el sitio y en una junta de Maximiliano con su comitiva, Leonardo Márquez propone al emperador que se le dé un contingente de caballería para ir a la Ciudad de México por refuerzos y víveres. Se le da el aval. Mediante una maniobra de distracción por la madrugada Márquez y su grupo logran atravesar el sitio no sin perder varias decenas de hombres, lo cual estaba contemplado. Los liberales no persiguen a este grupo considerando que no tenían posibilidades de juntar apoyo ni de regresar.

Maximiliano envió a un soldado apellidado Salvino como correo con miras en saber algo de Márquez. El plan consistía en que debía hacerse pasar por liberal y luego de mezclarse entre las tropas salir hacia la Ciudad de México. Al día siguiente Salvino apareció colgado en un árbol con un cartel que decía: "Soy el correo del emperador y estoy muerto". El día 24 de abril Mariano Escobedo en su campamento en las afueras de Querétaro decide dar la batalla definitiva y la última para el 27 de abril. Maximiliano tenía por cuartel general el Cerro de las Campanas y también se pasaba bastante tiempo en el Convento de la Cruz, cerca de ahí. La comida de Maximiliano era modesta, similar a la de los demás, y se complementaba con pan que le hacían las monjas del convento. A Maximiliano se le veía sucio y desaliñado como si estuviese en el frente de batalla. Padecía enfermedades gástricas-nerviosas. Maximiliano acudía al frente de batalla para animar a su tropa y conocer la situación de primera mano. (es más coherente pensar que Maximiliano y sus tropas estaban pertrechadas en el convento de la cruz, recordemos que este convento fue el bastión donde los franciscanos, durante la conquista tenían su "cuartel general" desde donde partieron todas las misiones hacia el norte... este sitio estaba bien atrincherado, y ahí es donde Mariano Escobedo con su tropa logró introducirse derribando sólo un muro de la parte trasera y sorprendiendo cautelosamente así a la tropa francesa que esperaban un ataque violento)

En un enfrentamiento de caballería murieron 300 hombres. Los liberales persiguieron a los imperialistas llegando cerca de donde estaba Maximiliano quien quiso ir en apoyo de estos. Un súbdito lo detuvo del brazo diciéndole que no debía arriesgarse pues era el emperador. Maximiliano envió a un grupo a prestar apoyo de los perseguidos. Los liberales se retiraron. Para el 2 de mayo no había noticias de Leonardo Márquez. Para el 3 de mayo Maximiliano entregó en el Convento de la Cruz medallas de bronce al honor. Fueron 135 los militares galardonados entre soldados y oficiales. El día 5 de mayo de 1867 se cumplía un aniversario de la Batalla de Puebla. Los liberales celebraban por todo el país, en especial en la sede del gobierno de la República en San Luis Potosí y entre las tropas de Querétaro. Juárez habló desde el balcón principal ante una multitud que se reunió frente al Palacio Nacional provisional. En su discurso dijo:

"Pueblo de México, amados conciudadanos, el baño de sangre por el que ha pasado la República no podrá ser olvidado jamás. La sangre de vuestros hijos, la sangre de vuestros esposos, la sangre de vuestros padres, no será derramada de manera inútil por que al afianzarse la República se afianza la soberanía nacional". Y el concierto de todas las naciones admirará a este pueblo, hoy y por los siglos hasta siempre jamás, recordad esto, no podemos flaquear, tenemos que seguir adelante porque nuestra recompensa será la gloria eterna y el respeto de todos los pueblos y naciones que sabrán que México no es lugar donde venir a buscar aventura ni rostrar batalla para someter a un pueblo a la esclavitud. En este momento os digo, ¡mexicanos!, la libertad es una realidad, la libertad es un ejemplo para todas las naciones y los pueblos y orgulloso estoy hoy de ser el presidente de los mexicanos por que la nación realmente es hoy madura, hoy respetada, hoy temida, hoy bravía, hoy fuerte, y esta lucha será el inicio, el comienzo de una grandeza que nunca acabará."

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